Hay formas de minimizar el dolor para una experiencia más agradable. Hable con su perforador antes de probar cualquier método. Muchos de estos métodos afectan el flujo sanguíneo y podrían hacer más daño que bien, dependiendo de tipo de perforación.
Ponte hielo: Es el método más convencional que existe. El hielo puede adormecer el área para reducir el dolor durante la perforación. Se ha usado comúnmente para la perforación del lóbulo de la oreja pero puede ser usado en todas las partes del cuerpo. Sin embargo, la aplicación de hielo en una determinada área por un tiempo prolongado limita el flujo sanguíneo y puede dañar la piel si se deja demasiado tiempo. Si el piercing está en cualquier zona de la boca también puedes probarlo comiendo helado o ingiriendo bebidas frías
Colocar crema anestésica antes de perforarse: Las cremas anestésicas son muy efectivas, pero contienen productos abrasivos, tal como la lidocaína que pueden irritar la piel, se debe asegurar que la crema se elimine por completo y que el área esté limpia antes de la perforación. Después de que te perforen, no uses cremas anestésicas en el nuevo piercing para disminuir el dolor. Irritará la perforación y podría causar infección, rechazo de joyas y cicatrices.
Tomar un analgésico de venta libre: Lo más común, y lo más recomendable, es simplemente tomar un analgésico de venta libre antes de ser perforado. Por lo general, la medicina funciona lo suficientemente bien como para aliviar cualquier dolor. No tome aspirina u otros anticoagulantes, ya que su cuerpo necesitará llevar sangre al área de perforación como parte del proceso de curación, y los anticoagulantes interrumpen ese proceso esencial.
Acelerar la curación del piercing: sigue todas las instrucciones de tu anillador para que tu piercing sane lo más rápido posible y evitar una infección ya que en cuanto más tiempo tarde en sanar más tiempo dolerá. Se cuidadoso con la rutina de limpieza y evita moverlo.